Carmelo Soria: de defensor de los DD.HH. a víctima
Carmelo Soria, español, era funcionario del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía de la Cepal (CELADE).
Gracias a su trabajo y su arrojo, Soria ayudó a una cantidad importante de perseguidas y perseguidos políticos a asilarse en embajadas, además de viajar al extranjero para ingresar ayuda internacional para las organizaciones que luchaban contra la dictadura.
El 14 de julio de 1976 fue detenido camino a su casa por la Brigada Mulchén. Tenía 54 años, estaba casado, y era padre de dos hijas y un hijo.
Fue detenido, torturado, ejecutado y los agentes realizaron un montaje para encubrir su asesinato.
En 1993, con los asesinos confesos, los tribunales militares y civiles aplicaron la Ley de Amnistía de la dictadura, dejando a la familia Soria sin justicia.
En 2003, la Corte Interamericana de Derechos Humanos instó al Estado de Chile a comprometerse con reconocer a Soria como funcionario internacional de las Naciones Unidas y a instalar un memorial, entre otras acciones, debido a la denegación de justicia.
A 47 años de su asesinato y tras múltiples diligencias impulsadas por la familia, Naciones Unidas y el Estado español, en 2023 los tribunales chilenos finalmente condenaron a
seis ex agentes de la DINA, la policía secreta de la dictadura, y a dos ex integrantes del Ejército.


Documentos: Archivo MMDH
Las víctimas de las Naciones Unidas en Chile




Roberto Kozak: De los Centros de detención a cielos seguros
Luego del 11 de septiembre de 1973,
las embajadas de muchos países se colmaron de personas pidiendo asilo.
El argentino Roberto Kozak cumplía entonces funciones en Buenos Aires para el Comité Intergubernamental para las Migraciones Europeas (CIME, actual Organización Internacional para las Migraciones, OIM); la sede de Ginebra le pidió trasladarse a Chile.
Al llegar y ver la gravedad de lo que ocurría, Kozak pidió refuerzos para armar una oficina más robusta, con mayor financiamiento y más funcionarios y funcionarias.
Su capacidad de negociación y valentía
le permitieron, en conjunto con otras organizaciones, salvar a cerca de
30 mil personas,
quienes lograron abandonar Chile y empezar su vida en otros países.


Arriba: Roberto Kozak del CIME, acompañando al aeropuerto a Clodomiro Almeyda,
momentos antes de la partida al exilio del ex canciller.
Abajo: Chilenos pidiendo asilo en embajada
Fotos: Archivo Kozak
Kozak recorrió centros de tortura rescatando gente,
consiguió salvoconductos, decretos de expulsión y conmutación de condenas por extrañamiento, y solicitó visas en los distintos países de acogida para que las y los refugiados pudiesen contar con apoyo en sus destinos.
Roberto Kozak recibió la nacionalidad chilena por gracia el 3 de septiembre de 2015. Al poco tiempo falleció.
Fue enterrado en Chile, según su deseo.

Kozak junto a los ministros Germán Correa y José Miguel Insulza. Foto: Archivo Kozak
Belela Herrera: «Frente al horror, frente al espanto, la reacción es actuar»
En 1973, después del golpe de Estado, Belela Herrera —uruguaya residente en Chile—, recibió un llamado de Enrique Iglesias, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, para invitarla a ejercer como la representante de la Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el país.
Belela, desde los primeros días tras el golpe, había comenzado a
llevar personas a la Embajada de Uruguay y, posteriormente, a su propia casa, mientras encontraba una solución para sacarlas de Chile.
Belela trasladó a cientos de personas en su Fiat 600
desde sus hogares o embajadas que eran cerradas por el régimen hasta otras donde pudiesen estar a salvo y conseguir refugio.
Belela es hoy un símbolo de los Derechos Humanos en América del Sur.


Foto: Archivo personal Belela Herrera
«Frente al horror, frente al espanto, la reacción es actuar. Y bueno, hacía lo que podía y muchas veces me quedé muy frustrada porque no pude hacer».
Belela Herrera
Simón Romero Lozano: protección y educación
En los períodos de 1970 a 1975 y 1981 a 1985, el colombiano Simón Romero Lozano ejerció como director de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/ UNESCO Santiago). Entonces,
afrontó con decisión la protección de la vida.
Desde octubre de 1973 hasta fines de la dictadura, la UNESCO manifestó su inquietud por las violaciones a los derechos humanos en la esfera de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación e información. Además llamó a las autoridades del régimen a restaurar y salvaguardar los derechos fundamentales de los miembros del cuerpo docente, así como garantizar el funcionamiento normal de todas las instituciones educativas, científicas, culturales, y medios de comunicación, fuertemente dañados en su libertad de prensa y de expresión.

Foto: OREALC/UNESCO